El comienzo de mi sueño

Mi sueño acaba de empezar…

Como sabréis, durante los últimos meses he estado realizando las prácticas de mi carrera (magisterio de primaria) en el CEIP Mestre Caballero de Onda (ya lo avancé en enero en este post ). Pues hoy he acabado mi participación en el centro.

Sin duda mi estancia en el cole me ha servido para adquirir mucha experiencia que me será de gran utilidad en el futuro (aunque nunca se deja de aprender), y ello es gracias a los compañeros que allí he encontrado, a los niños (fuente inagotable de aprendizajes) y sobretodo a las dos pedazo de tutoras que he tenido: Miriam Gómez y Marta Ballester. No olviden sus nombres, si a estas dos les dieran alas revolucionarían la educación en este país.

Ambas siguen una dinámica de grupo basada en el feed-back lo que hace que los alumnos no dejen de prestarles atención, acompañado de magníficas explicaciones que parten siempre de los conocimientos previos de los niños (haciendo un repaso por lo que ellos conocen sobre los temas a tratar y lo que ya se ha visto en temas anteriores). Además, ambas tienen muy claro que seguir ciertas normas en clase es algo indispensable, para lo cual utilizan parecidos sistemas de contractos conductuales mediante puntos positivos o negativos (y funciona de maravilla).

El hecho que prueba que sus estilos son perfectos, es el resultado de los niños (amplia mayoría de notables y excelentes) y sobretodo lo que se desprende en sus niños: el cómo disfrutan con ellas y lo mucho que las quieren.

Como tiene que ser, ambas se preocupan especialmente por los alumnos a los que les cuestan más, aunque por las circunstancias de su grupo, es Marta la que se lleva la palma en este punto. Entregada y concienciada en las peculiaridades de sus alumnos (tiene diversos ACI y un ACIS), adapta sin descanso todo tipo de materiales para sus diversos casos. Marta, ya lo sabes, pero sólo por esto ya te mereces todo mi respeto y admiración.

Tanto Miriam como Marta, han sido en todo momento un foco de experiencia para mí. Siempre y en cada momento, han depositado en mi su plena confianza y me han ido aconsejando y animando en cada duda. Sólo espero poder parecerme a ellas el día que empiece mi aventura en solitario.

Por ello, os digo gracias. Lo que me habéis enseñado no tiene precio. Gracias también al resto de compañeros del centro por vuestro cariño y por tratarme como a uno más. He estado a gusto de verdad.

Con el grupo de Miriam, tuve la fortuna de poder ir de excursión al Parque Adai (en Náquera), un lugar donde incluso hicimos noche y en el cual pudimos disfrutar de una experiencia fantástica. Es un lugar perfecto para niños y para maestros… Con buenas actividades para los niños, la mejor atención para todos y sobretodo una oportunidad de disfrutar de un trato más cercano con los niños. Controlar si comían, ayudarles a ponerse el pijama o darles la mano si tenían miedo en la actividad nocturna… se convirtió para mí en una experiencia inolvidable.

Aquí poco antes de ir a dormir:

Los trastitos de 2º:

También fue un día inolvidable el carnaval:

Otra experiencia muy lúdica, fue la visita al “Museu del Taulell” de Onda:

Dos trastitos de 4º:Los 24 niños de 2º y los 22 de 4º me han dado tanto cariño gratuito, a cambio de nada, que los voy a echar mucho de menos… O será que soy un nostálgico, pero ya les estoy echando de menos.

Estos son mis chicas y chicos (con permiso de Miriam) de 2º:

Y estos son los de 4º:

Aquí en los ensayos del teatro:

El pasado viernes a eso de las 16:15h subió Rebeca, una de las alumnas de 2º y me dijo que si podría bajar a su clase. Al llegar me encontré la puerta cerrada y dentro se veía todo oscuro, abrí, y allí estaban, mis 24 trastitos, todos agachados y emocionados para gritarme un escandaloso ¡¡¡SORPRESA!!!

Entré y me tiraron confeti y globos al tiempo que leyeron una carta de despedida deseándome suerte en mi “concurso” (así llaman ellos a las oposiciones), después me dieron un super-abrazo (los 24 a la vez)… Os aseguro que estuve a medio milímetro de llorar (de alegría), pero pude contenerme y mostrarles a ellos la misma sonrisa que ellos me regalaban a mí.

Después hicimos una pequeña fiesta que Miriam había organizado en secreto, con comida y bebidas. GRACIAS MIRIAM. Y al acabar les entregué una postal que les había preparado (¡¡¡para que no me olviden!!!) con la foto de grupo. Ellos a mí, me hicieron un libro con un dibujo y mensajes de cada uno. Será uno de los libros más preciados de mi estantería. Os lo aseguro.

Y aunque el pràcticum ya había acabado, ayer lunes volví al cole para despedirme de mi grupo de 4º.

Nada más entrar empezaron a gritar todos "Juanjo, Juanjo, Juanjo...", ¡era una locura! Cualquiera los callaba... Reestablecido el orden, hemos hecho una pequeña fiesta, y ellos me han dado dibujos, cartas e incluso me han regalado un bolígrafo rojo “para que pongas ceros” me ha dicho Sergio (mi niño sombra)…

Les servimos unas papas y unos zumos para celebrar mi despedida y les hice entrega también de la postal ¡para que no me olviden! con la foto del grupo.

Después, me han ido diciendo cosas como… “no te vayas”, “¿vendrás a vernos?”, “¿porqué te tienes que ir?”, “nos ha gustado mucho como nos has explicado, porque aún me acuerdo de las cosas que nos enseñaste”, incluso algún “te quiero” que no esperaba… Palabras que me han llegado bien adentro…

Lágrimas de alguna niña que es para comérsela, y abrazos, muchos abrazos que, de verdad, para mí significan mucho. Espero que si algún “maestro de prácticas” me lee, lo entienda…

Además, Marta me hizo un pequeño libreto con fotos mías en clase. GRACIAS MARTA.

Deberíais ver mi escritorio ahora… Todo lleno de fotos, dibujos, y regalos de los niños. Van a ser mi motivación para el spring final de la carrera.

Sin duda volver a mi colegio de la infancia ha sido la experiencia más enriquecedora de la carrera, y ello se lo debo a Miriam y a Marta por enseñarme en todo momento. Son dos buenas maestras, dos buenas tutoras para cualquier maestro en prácticas, y sobretodo dos buenas personas y amigas.

Durante los últimos casi 2 años he tenido que compaginar la carrera con el trabajo, ha habido momentos muy buenos pero también los ha habido muy duros… Inevitablemente han surgido dudas… ¿Qué estás haciendo? ¿Estás seguro de querer ser maestro? ¿Y si después no te gusta? ¿Merece la pena tanto esfuerzo? ¿y si no sirves?

Hoy gracias a la experiencia, a los compañeros del Mestre, a Miriam, a Marta, a los niños de 2º y 4º, a la paciencia de mi familia, de mis excompañeros de Azulev, de Raquel (mi mujer) y de mis amigos (todos ellos por aguantarme tan estresado en los últimos tiempos), tengo la respuesta clara: estoy haciendo realidad mi sueño. Estoy seguro de que quiero ser maestro más que nunca. Me gusta y ya estoy deseando empezar. Y sí, ha merecido la pena el sacrificio.

Gracias a todos. Y niños, os aseguro que si Dios quiere, pronto llegará un nuevo maestro para sacaros de vuestras casillas y educaros cuanto pueda. Hasta luego niños, hasta luego.