¡Aquí estamos! Regresamos. Y tenía muchas ganas de compartirlo en el blog. Aprovecho también para agradeceros las 20.000 visitas que alcanzamos ayer. Pero vamos al tema...
La verdad es que ha sido un viaje estupendo. Los dos y medio, lo hemos pasado en grande y hemos descubierto las maravillas del sur de Francia. Nada más llegar, una gentil chica fue tan amable de orientarnos con su coche (a modo escolta) hasta el hotel. Ella y el resto de gente con la cual tratamos, rompieron el mito de que los franceses son desagradables. A nosotros nos han tratado estupendamente.
Sólo diré que cualquiera de sus rincones es un lugar para dejar volar la imaginación, y así lo hicimos.
Incluso en la Cité hay lugar para un museo escolar:
Donde los más peques demostraban que los viejos juegos todavía les entretienen: Y también Raquel lo demostró, regalándome esta foto de ella y Jordi saltando:
Visitados todos los puntos de rigor en la Cité, tomamos un carro y nos dieron un paseo por sus murallas:
Y tras el paseo y comer, un bañito en la piscina del hotel, que siempre viene bien...
Ya más tarde fuimos a ver la Bastida de Sant Louis, la otra parte turística de Carcassonne:
Y después el puerto de Carcassonne con su esclusa, que es patrimonio de la humanidad desde 1996.
Otro día os hablo del Midi, pero por hoy ya ha habido suficiente. Que no quiero cansaros, y esto es sólo el primer día de una semana de viaje.
Me voy de viaje. Sí, este blog permanecerá “Cerrado por vacaciones” durante unos días. Y llevo días guardando esta entrada porque quería que sirviera de despedida. Hace unos días que recibí un powerpoint que compara la vida con un viaje en tren. Ya lo había leído hace tiempo, pero me ha gustado recuperarlo para poder compartir el texto con vosotros, y aprovechar, si me lo permitís, para dedicárselo a Raquel y a mis padres:
La vida no es más que un viaje por tren: repleto de embarques y desembarques, salpicado de accidentes, sorpresas agradables en algunos embarques, y profundas tristezas en otros.
Al nacer, nos subimos al tren y nos encontramos con algunas personas las cuales creemos que siempre estarán con nosotros en este viaje: nuestros padres. Lamentablemente la verdad es otra. Ellos se bajarán en alguna estación dejándonos huérfanos de su cariño, amistad y su compañía irreemplazable.
No obstante esto no impide que se suban otras personas que serán muy especiales para nosotros. Llegan nuestros hermanos, amigos y esos amores maravillosos.
De las personas que toman este tren, habrá también los que lo hagan como un simple paseo. Otros que encontrarán solamente tristeza en el viaje… Y habrá otros que, circulando por el tren, estarán siempre listos en ayudar a quien lo necesite. Muchos al bajar, dejan una añoranza permanente… Otros pasan tan desapercibidos que ni siquiera nos damos cuenta que desocuparon el asiento.
Es curioso constatar que algunos pasajeros, quienes nos son más queridos, se acomodan en vagones distintos al nuestro. Por lo tanto, se nos obliga hacer el trayecto separados de ellos. Desde luego, no se nos impide que durante el viaje, recorramos con dificultad nuestro vagón y lleguemos a ellos... Pero lamentablemente, ya no podremos sentarnos a su lado pues habrá otra persona ocupando el asiento.
No importa; el viaje se hace de este modo: lleno de desafíos, sueños, fantasías, esperas y despedidas... pero jamás regresos.
Tratemos de relacionarnos bien con todos los pasajeros, buscando en cada uno lo mejor de ellos. Recordemos siempre que en algún momento del trayecto, ellos podrán titubear y probablemente precisaremos entenderlos… Ya que nosotros también muchas veces titubearemos, y habrá alguien que nos comprenda. El gran misterio, al fin, es que no sabremos jamás en qué estación bajaremos, mucho menos dónde bajarán nuestros compañeros, ni siquiera el que está sentado en el asiento de al lado.
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Me quedo pensando si cuando baje del tren, sentiré nostalgia... Creo que sí.
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Separarme de algunos amigos de los que hice en el viaje será doloroso. Dejar que mis hijos sigan solos, será muy triste. Pero me aferro a la esperanza de que, en algún momento, llegaré a la estación principal y tendré la gran emoción de verlos llegar con un equipaje que no tenían cuando embarcaron. Lo que me hará feliz, será pensar que colaboré con que el equipaje creciera y se hiciera valioso.
Amigo mío, hagamos que nuestra estancia en este tren sea tranquila, que haya valido la pena. Hagamos tanto, para que cuando llegue el momento de desembarcar, nuestro asiento vacío, deje añoranza y lindos recuerdos a los que en el viaje permanezcan.
A ti, que eres parte de mi tren, te deseo un... ¡¡¡Feliz viaje!!!
Nos leemos pronto, a no ser que el maquinista del tren tenga planeada otra parada para mí.
Se trata del Hotel Caesars Palace, cuya temática gira en torno al Imperio Romano en sus más de tres mil habitaciones y sus cinco torres: “Augusto”, “Centurión”, “Romano”, “Palacio” y “Foro”. El hotel cuenta también con la “Plaza Romana” donde se ofrecen espectáculos. Al hotel no le falta una amplia gama de casinos, restaurantes y comercios.
Y un hotel que evoca al emperador romano Julio César, debía ser majestuoso y lujoso, como muestran las imágenes que a continuación veremos.
Me he tomado la molestia de ir a la web del hotel y el precio de las habitaciones oscilan desde los 400 dólares hasta los 4400 dólares, por noche, según la habitación elegida.
Y ya sin más os dejo las imágenes, ah, y recordad que un camping también puede ser un destino ideal, lo importante es con quien y no donde… Con lo que te gastarías en este hotel en una semana comerían durante días en un poblado del tercer mundo.
Fuente: Powerpoint recibido por email firmado por Josep.
Desde que Antonia San Juan comenzó a salir en “La que se avecina” (secuela de “Aquí no hay quien viva”), me pareció que su papel no encajaba demasiado. El caso es que con el tiempo, se ha hecho un hueco, y algunas de sus coletillas y actuaciones se han convertido en las más divertidas de la serie. Hay una coletilla que me encanta y es cuando dice “¡Qué insulto más gratuito!”.
Esa expresión es la que tuve ayer todo el día en la cabeza cada vez que veía a los señores del PP hablando del caso Gürtel, con perlas de este calibre: “Que hable ahora la Inquisición”, “Ganan los vendedores de tila”, “la justicia es imparcial”… ¿Imparcial?
Pero muy señores míos, el hecho de que el señor Camps definiera su relación con Juan Luis de la Rúa (uno de los jueces que han tomado la decisión de exculparle) como: “tendremos que buscar en el diccionario otra palabra distinta [de amistad] que resuma esta íntima y sentida relación entre De la Rúa y yo”, ¿les parece muy imparcial? ¿Qué no había más jueces para juzgarle? Y que esto lo sepa yo, que soy un pobre ciudadano, y ya lo augurara aquí el 7 de marzo, lo cual significa que no es ningún misterio la manipulación que ha sufrido todo el proceso.
¿Imparcialidad? ¿La misma que demostraron con el caso Zaplana o la misma que demuestran con los casos del señor Fabra?
También es curioso que antes decían que no habían recibido regalos, y una vez demostrado que sí lo hicieron, se empeñen en decir que no tienen relación con la trama, ¿entonces los recibieron o no?
Por ello les digo que todo esto no es más que un insulto a la inteligencia de los ciudadanos, a la de esa amplia mayoría que les vota y parece querer legitimar sus delitos y también a la del resto, que tenemos que sufrirles porque la mayoría así lo decide.
Así que celébrelo señor Camps, celébrelo señora Barberá, celébrelo señor Gurtel, ¡ups! perdón, señor Rajoy. Voten de alegría cual mascletà fallera, pero antes o después la ciudadanía se dará cuenta de quienes son ustedes, y de lo “imparcial” que es la justicia en este país.
Y a usted, señora Teresa Fernández de la Vega, no se esfuerce y déjelos, que hagan “gracietas”, a ver si así nos reímos y nos ahorramos la tila. Puestos a reír, les dejo de nuevo con Antonia San Juan, que al menos ella es profesional en hacer reír.
Y lo mejor para este país de zambomba y pandereta, es una actuación de su personaje,Estela Reynolds, en uno de los últimos capítulos de “La que se avecina”, interpretando (o destrozando) la canción “El mar esta frequibiris”, a la altura de la jugada del PP, el tribunal de justicia valenciano y esta farsa que no es más que “un insulto gratuito” a la inteligencia de los ciudadanos.
Hoy les presento una pequeña reflexión sobre la Guerra Fría y sobre como repercutió en el deporte. Espero no aburrirles, pero me parece un tema curioso.
El deporte no influyó directamente en la política durante la Guerra Fría pero ésta sí influyó en él. Más allá del uso propagandístico que le diera el bloque triunfador, con el fin de validar y promocionar su visión del mundo frente a la contraria, los resultados de ninguno de los enfrentamientos deportivos entre los países alineados tuvieron incidencia alguna en la política internacional. Nadie capituló por haber quedado segundo.
Si bien es cierto que anteriormente la Alemania de Hitler había descubierto y aprovechado el uso propagandístico del deporte, fue la U.R.R.S. la que dio el primer paso al abandonar su tradicional postura recelosa ante el deporte organizado por organismos internacionales a los que tachaba de burgueses. Su ingreso en los Juegos Olímpicos en 1952 supuso el pistoletazo de salida de una carrera por la supremacía deportiva que obligó a E.E.U.U. a mejorar sus prestaciones, aunque ésta no pudo competir con sus mejores deportistas por el carácter amateur del evento contrario a su condición de profesionales. Los duelos directos alcanzaron la categoría de metáforas indirectas de una guerra no declarada pero que alcanzó a todos los ámbitos de la vida durante más de cuatro décadas. Sin embargo, sería E.E.U.U. quien empleo primero el boicot, máxima expresión de la utilización política del deporte. El veto a los Juegos Olímpicos de Moscú por la invasión Soviética de Afganistán llevó al deporte a su máximo grado de politización, entrando en contradicción con el espíritu Olímpico que pregonaba el Barón de Coubertain.
La carga simbólica y patriótica del deporte, donde los ejércitos de antaño son sustituidos por selecciones nacionales y los deportistas supuestamente condensan las mejores características del país, quedó al descubierto en la disputa entre las Alemanias, Chinas y Coreas por la representación internacional.
En resumen, el deporte durante la segunda mitad del s.XX no fue ajeno a su tiempo y su circunstancia pero no pudo realizar el papel conciliador que se le supone sino que fue un instrumento más dentro del conflicto entre los dos bloques de la Guerra Fría.
Reseñables son las situaciones acaecidas en:
Munich. 1972 Final masculina de baloncesto de los Juegos de Munich 1972 entre USA y la U.R.R.S. terminó 50-49 a favor de los primeros. Sin embargo, debido a una protesta soviética, los árbitros concedieron una jugada más en la que la U.R.R.S. encestó ganado 51-50. Los americanos no se presentaron a la entrega de medallas como señal de disconformidad con el resultado final y las medallas de plata están todavía en Suiza en custodia del Comité Olímpico Internacional. Era la primera derrota de E.E.U.U. en unos Juegos después de 62 victorias y haber encadenado siete medallas de oro consecutivas en esta modalidad desde su inclusión en los Juegos de 1936. La historia, con menor estruendo, se repetiría en 1988. El equipo baloncestístico americano sólo pudo ser bronce en los Juegos de Seúl firmando el peor resultado de su historia. Fue la última vez que USA presentó un combinado universitario-amateur. En las siguientes Olimpiadas de Barcelona 92 acudió un equipo formado por jugadores profesionales de la NBA que fueron apodados como el “Dream Team”.
Lake Placid. 1980 En la semifinal de hockey sobre hielo de los Juegos Olímpicos de Invierno de Lake Placid (New York), un equipo estadounidense pasó a la historia como "el milagro sobre hielo". El conjunto compuesto por universitarios americanos derrotó al equipo soviético, que era el gran favorito y que había relevado a Canadá como país dominador de la modalidad, habiendo logrado cuatro medallas de oro consecutivas hasta esta inesperada derrota. En 2004, se estrenó la película “Miracle” basada en este acontecimiento. “Es importante entender el clima social y político del país en 1980”, afirma Gavin O’Connor, director de la película. “Teníamos la psiquis fracturada. Éramos una nación sintiendo mucha lástima de nosotros mismos. Largas colas en las estaciones de gasolina y altos tipos de interés por la crisis del petróleo de 1973; la crisis de los rehenes de Irán; el boicot de los Juegos de verano de Moscú del mismo año, etc. Estábamos desesperados por arrojarnos a los brazos de algo, cualquier cosa que nos diera esperanza. Y luego, de la nada, llegan estos 20 chicos”. Estas palabras describen a la perfección lo que significó aquella victoria por 4-3 en la sociedad norteamericana, que dos días más tarde celebraría la consecución del oro olímpico en la final ante Finlandia. E.E.U.U. no ha vuelto a colgarse ninguna más en esta especialidad.
Paralelo 38 – Corea 2 La división permanente de Corea sobre el trazado del paralelo 38 se produjo después de la Guerra de Corea en 1953, tras la cual nunca se firmó un tratado de paz, sino sólo una tregua que tiene vigencia desde entonces. Los dos países resultantes de la división fueron la República de Corea (Corea del Sur) y la República Democrática Popular de Corea (Corea del Norte). La elección de Seúl, capital de la capitalista Corea del Sur, para ser sede de la Olimpíada de 1988 tuvo lugar en 1981. Desde entonces, Corea del Norte se reivindicó como copatrocinador y alegó que ambas formaban una única nación. El Comité Internacional reconoció a Corea del Sur como la única sede y, por tanto, los atletas del norte boicotearon la competición bajo la excusa que todavía se mantenían en estado de guerra en contra de sus vecinos del sur, siendo acompañados en el boicot por sus aliados Cuba, Etiopía y Nicaragua. Desde los Juegos Olímpicos de Sydney 2004, ambas han venido desfilando bajo una única bandera en los últimos encuentros deportivos a pesar de participar como países independientes en lo que se ha interpretado como un gesto de buena voluntad hacia la reunificación.